Este proyecto examina el impacto de la crisis mundial de alimentos, combustible y finanzas en 10 países diferentes, y lo que esto significa para las personas mayores que a menudo son ignoradas, a pesar de sus necesidades muy específicas.
Después de Sri Lanka, Tanzania y Mozambique, nos centramos en la situación de las personas mayores en Malawi, el cuarto país de esta serie.
Lea el informe de política de HelpAge: Las personas mayores necesitan apoyo urgente en Malawi.
Los malauíes se hunden aún más en la pobreza extrema
Incluso antes de la pandemia de la COVID-19, Malawi estaba clasificado como país de renta baja: casi el 74% de los malauíes viven por debajo del umbral nacional de pobreza.
Malawi también se ha visto afectado por el aumento mundial de los precios de los alimentos debido a la pandemia, así como por el impacto de la guerra entre Rusia y Ucrania.
Fuerte encarecimiento de los productos alimentarios básicos
Se ha producido una subida sustancial del precio de los principales productos alimentarios básicos, como el trigo, el maíz y el aceite comestible, y es probable que los costes sigan siendo elevados y erráticos también en 2023.
La situación se agrava aún más por el cambio climático y las calamidades naturales como sequías, inundaciones y ciclones tropicales.
La vejez y la pobreza extrema van de la mano en Malawi: muchas personas mayores recurren a la mendicidad al carecer de ingresos.
El bienestar de las personas mayores se resiente
Las personas mayores de Malawi sufren el impacto de la crisis alimentaria, energética y financiera.
Mayor inseguridad alimentaria y escasa diversidad dietética
En Malawi, las personas mayores están sufriendo una creciente inseguridad alimentaria con acceso reducido a una dieta diversa. Una encuesta de HelpAge reveló que las mujeres mayores se encuentran en peor situación que los hombres mayores. Las personas mayores están haciendo frente a la situación reduciendo el número de comidas diarias (97% de los participantes en la encuesta), utilizando alimentos más baratos (94%), reduciendo la cantidad de alimentos por comida (89%) o saltándose la comida durante todo el día (82%).
«Reducimos el número de veces que comemos al día. Antes comíamos tres veces al día, pero ahora comemos dos veces, a veces una y lo que es peor, a veces no comemos nada». – participante en una encuesta
Las cosechas de alimentos están siendo destruidas debido a desastres climáticos como sequías, inundaciones y ciclones tropicales, lo que intensifica aún más la crisis alimentaria.
Aumento del coste del combustible
El aumento del coste del gasóleo y la gasolina está obligando a las personas mayores a gastar una mayor parte de sus limitados ingresos en combustible. El encarecimiento de la energía está disuadiendo a las personas mayores de utilizar el transporte, lo que afecta a su acceso a servicios sanitarios esenciales.
«El aumento del precio del combustible ha provocado el aumento del precio de los pedidos de productos para el negocio y esto me ha hecho abandonar mi negocio». – participante en la encuesta
Escasez aguda de medicamentos
La cadena de suministro mundial se rompió durante la pandemia, lo que provocó una escasez aguda de medicamentos en Malawi y un aumento de los precios.
«Los medicamentos escasean y son tan caros que no podemos permitirnos comprarlos, y pensamos que vamos a morir. Nos ponemos enfermos y ya no vamos al hospital debido a los altos costes de transporte y ahora ni siquiera podemos permitirnos comprar (medicamentos) en la farmacia; lo único que nos queda es morir». – participante en la encuesta
Sin acceso al crédito
A los malawianos mayores les resulta cada vez más difícil acceder al crédito debido a su edad y a su incapacidad para devolverlo. Los que tienen algún acceso tienen que pagar tipos de interés más altos por sus préstamos.
© Malumbo Simwaka/Fairpicture/HelpAge International
Afrontar las penurias de los malawianos mayores
Es imperativo que el gobierno de Malawi actúe rápidamente para aliviar el sufrimiento de las personas mayores.
Garantizar un sólido sistema de protección social para las personas mayores que les proporcione una red de seguridad. Es necesario ampliar la asignación presupuestaria del gobierno para asistencia social.
Estabilizar los precios de los alimentos y ofrecer subsidios para impulsar la producción de alimentos.
Apoyar las oportunidades de diversificación de los medios de subsistencia para que las personas mayores puedan contar con fuentes alternativas de ingresos.
Mejorar los métodos de recopilación de datos y estadísticas y desglosarlos por edad y género para fundamentar mejor la formulación de políticas.
