Hace un mes la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) público su informe “Derechos humanos de las personas mayores y sistemas nacionales de protección en las Américas” donde aborda en diferentes capítulos desde la importancia de un marco regional de los derechos de las personas mayores a los problemas específicos que se encuentran a la región (que realmente serian extrapolables al resto de sistemas regionales ya que son salud, seguridad social, autonomía, consentimiento informado, etc.) pasando por el análisis de los marcos nacionales de protección de los derechos de las personas mayores.
Este informe, que se podría considerar extenso al contar con más de 250 páginas, realmente no lo es tanto si observamos la cantidad de temáticas que trata. En este blog queremos centrarnos especialmente en las conclusiones y recomendaciones del informe, siempre partiendo que el sistema de protección de derechos humanos regional cuenta con un instrumento ya en vigor, este es precisamente la Organización de Estados Americanos (OEA), mientras que en Europa no contamos con un marco de protección especifico de derechos de las personas mayores.
Dentro de las conclusiones podemos encontrar tres bloques:
En primer lugar, las conclusiones en relación con la promoción de los derechos de las personas en los Estados, insta a los estados que aún no la hayan ratificado a hacerlo, y que, aunque no se encuentre ratificada deben tenerla en cuenta cuando apliquen el derecho en personas mayores; señala la heterogeneidad de los programas de protección de las personas mayores desde estrategias a políticas y/o leyes. Subraya el desafío de la recolección y análisis de información en relación con las personas mayores.
En segundo lugar, señala cómo todos los Estados necesitan un nuevo paradigma de vejez y envejecimiento activo, así cómo la importancia de la no discriminación por razón de edad o edadismo.
En tercer lugar, apunta cómo algunos temas son transversales a todos los Estados cómo puede ser el consentimiento informado, la cuestión de la institucionalización, la necesidad de abordaje especifico a determinados grupos vulnerables dentro de las personas mayores (mujeres, LGBTI, etc.), acceso a la justicia, violencia, seguridad social.
Realmente son tan imprescindibles las recomendaciones cómo las conclusiones dado que señalan el camino que se tiene que dar para así poder proteger los derechos de las personas mayores.
El propio informe de la CIDH recoge por un lado una serie de recomendaciones generales y después 10 recomendaciones específicas.
En primer lugar, cuando aborda las recomendaciones generales: ratificar o adherirse a la Convención sobre Personas Mayores; adoptar medidas que promuevan el cambio cultural sobre edadismo; fomentar actividades intergeneracionales.
Posteriormente, cuando trata las recomendaciones específicas nos encontramos 10 diferentes apartados, que señalan diferentes temas, que son los siguientes: la no discriminación, la independencia, salud y consentimiento informado, participación, libertad de expresión y opinión, condiciones de vida, seguridad social, seguridad y no violencia, acceso a la justicia, derecho de acceso al cuidado. En todas estas líneas se encuentran líneas generales cómo fomentar la participación de las personas mayores mediante procesos participativos, la necesidad de recolectar datos, la necesidad de elaborar diagnósticos y protocolos, e imprescindible el enfoque interseccional.
Así mismo, para ahondar sobre el derecho a la salud de las personas mayores recomendamos el caso Poblete Vilches y Otros Vs Chile, que se encuentra explicado brevemente en este video: https://www.youtube.com/watch?v=KBkOZOlgcn8
Este es un breve resumen sobre un documento muy extenso, pero se puede observar cómo muchas de las cuestiones que se señalan en este informe también afectan a las personas mayores y sus derechos en España. Obviamente la CIDH es un referente en la protección de los derechos de las personas mayores en el mundo y es un paso muy importante la recolección de esta información en informes como este.
